jueves, 6 de mayo de 2010

Cobertura de la 1ra Protesta de Anonymous Argentina a Scientology en "C actualidad a Diario" del Domingo 22 de Marzo de 2009

(CLICK PARA AGRANDAR)

El domingo 22 de Marzo de 2009, ocho días después de la primera protesta de Anonymous Argentina contra la secta destructiva "Iglesia de Scientology" y de la emisión televisiva de la cobertura de América Noticias, salió publicada la cobertura periodística de Federico Kukso y su fotógrafo Diego Sandstede en "C actualidad a Diario", la revista dominical del diario Crítica de la Argentina (en aquél momento dirigido por Jorge Lanata).

Como dije en la entrada anterior, Kukso y Sandstede llegaron antes que comenzara la protesta, eso es lo que llamo profesionalismo.
Los integrantes de esa pequeña pero potente y loca célula Anon nos habíamos reunido en Plaza Hussay una hora antes para una charla y planeamiento de último momento, para después poner rumbo hacia la org de la secta y dar comienzo al raid. Cuando llegamos y vimos a dos tipos apoyados de espalda contra la entrada del edificio nos sorprendimos no muy gratamente, ya que no sabíamos si no eran scilons esperándonos, y que pasaría si ése era el caso. Pero no lo fue.

Federico nos preguntó si éramos de Anonymous (ya que todavía no nos habíamos puesto las máscaras, la adrenalina nos hizo ser descuidados en ese sentido, pero afortunadamente sin consecuencias), le contestamos que si. El se presentó y preguntó "¿Con cuál de ustedes hablé?". "Conmigo", le dije. "¿Vos sos Petete?". Le dije que si, y me puse mi máscara junto con el resto. Nos preguntó si queríamos ir haciendo las fotos y ahí empezó todo. Después repartiríamos panfletos, llegaría Luciana Arias de América Noticias con su camarografo, Libardi tratando de echarnos sin éxito, la policía llamada por los scilons, tratando de echarnos, sin éxito, y todo lo que ya conocen por mi anterior relato y la cobertura televisiva.

Al finalizar nos fuimos con Kukso a tomar algo, a festejar junto a él y darle la entrevista (que pueden leer cliqueando las páginas de arriba, o un poco más abajo sólo en texto), jugosamente escrita y reflejada por él en la revista.

Mientras preparamos el próximo escrache, acá tienen mas información e historias del primero.
Espero que lo disfruten.
Nos vemos pronto.

Somos Anonymous.
Somos Legión.
Nosotros no perdonamos.
Nosotros no olvidamos.
Espérennos.

ESCRACHE A TOM CRUISE

POR FEDERICO KUKSO

FOTOS DIEGO SANDSTEDE

Una de las batallas más activas de la web es la que libra el grupo Anonymous contra la iglesia de la Cienciología, cuyo miembro más famoso es el actor norteamericano Tom Cruise. En Buenos Aires son cinco guerreros que protestaron con caretas en la puerta de la sede local del culto.

En sus flamantes veinte años, la Web dio para todo. Curiosamente, Internet y la Web se desplazan sobre una paradoja. La red nació en los sesenta como un salvavidas ante las guerras y ahora las fomenta: más que la excepción, los conflictos bélicos virtuales son la regla. En la actualidad, hay fundamentalmente dos grandes contiendas: las Wikiwars, esto es, una guerra sin fin por el sentido en la que el campo de batalla es la enciclopedia virtual creada por Jimmy Wales, Wikipedia, y otros sitios poblados de definiciones. Los contendientes son grupos de hackers –israelíes, iraníes, paquistaníes, palestinos– que en vez de cruzarse balas y misiles tienen como misión reescribir la historia ajena como si al hacerlo borrasen físicamente a su enemigo del mapa.Y la segunda, un choque mucho más invisible y estratégico al estilo TEG: la ciberguerra entre los apóstoles de la Cienciología –aquel cuestionado culto creado en 1952 por el escritor de ciencia ficción estadounidense L. Ron Hubbard y tan defendido por Tom Cruise– y un colectivo sin cabeza de hackers y ciberactivistas llamado simplemente Anonymous.

El 21 de enero de 2008 fue su día-D. Aunque en vez de desembarcar en Normandía, desembarcaron en Youtube con lo que se conoce como Proyecto u Operación Chanology, una campaña de video-ofensivas virales contra lo que, a su parecer, significaron actos de censura en la red: el cierre compulsivo de sitios opositores a la Cienciología invocando la ley del copyright (el nombre "scientology" y todos sus simbolismos son marcas registradas) y la sospechosa desaparición de un video interno de reclutamiento –http://fon.gs/cruise– donde se ve a un Tom Cruise sacado, hablando como nunca se lo vio sobre sus creencias y sobre cuán especial es un cienciólogo.

El primer video-reacción de este grupo sin líder y sin país de origen –Message to Scientology– dura 2.03 minutos y fue reproducido más de tres millones de veces ( http://fon.gs/anonymous1 ). "Hola líderes de la Cienciología –dice una voz metálica, parecida a la emitida por el sintetizador de la silla mecánica del astrofísico Stephen Hawking–. Somos Anonymous. Durante años hemos observado sus campañas de desinformación, su supresión del disenso, sus videos propagandísticos en los principales medios. Anonymous ha decidido que su organización debe ser destruida por el bien de sus seguidores, por el bien de la humanidad. Los expulsaremos primero de la red y luego desmantelaremos su iglesia. No tienen dónde esconderse. Porque estamos en todos lados. Por cada uno de nosotros que caiga diez más tomarán su lugar. Somos anónimos. Somos una legión. No perdonamos. No olvidamos".

Fue una declaración de guerra –más simbólica que física como luego aclararían– inmediatamente seguida por otra ráfaga de cibermisiles: la difusión de documentales por P2P (como The Authorities), envíos de faxes negros y ataques informáticos a los servidores del culto para sacarlos de línea. Todo orquestado virtualmente, a través de foros ( http://forums.whyweprotest.net/ ), Facebook y sitios wiki como http://non.violentuprising.com/ , y http://partyvan.info.nyud.net/ en los que cualquiera puede proponer una acción que luego es refinada con miles de comentarios.

Si la primera pregunta es "¿quiénes son?", la segunda es "¿por qué lo hacen? " Ellos responden en Whyweprotest.net: "Desde el comienzo de nuestra campaña, Anonymous ha revelado o expuesto a la luz pública cientos de actos ilegales, actividades fraudulentas y violaciones a los derechos humanos cometidos por la Iglesia de la Cienciología –arremeten–. A pesar de alegar ser una religión y funcionar como tal, se comporta extrañamente similar a lo que sería una empresa o secta. La Cienciología también ha sido implicada en numerosas fatalidades en cuanto a sus propios miembros, incluyendo el famoso caso de Lisa McPherson".

Y si alguien no entendió, repite una y otra vez el mensaje en su sitio españolizado: "Somos un colectivo de individuos unidos por ideas.

Probablemente conoces a un Anonymous, aunque no sepas con exactitud quiénes somos. Nuestro número constituye nuestra fortaleza.

Nuestra voluntad colectiva es la combinación de voluntades individuales. Nuestra mayor ventaja es el conocimiento de los principios fundamentales que compartimos como seres humanos. Este conocimiento es fruto de nuestro anonimato".

En el segundo video divulgado, Call to action ( http://fon.gs/call ), aclaran: "No sólo somos un grupo de superhackers. Anonymous es un colectivo unido por la idea de que alguien debe hacer lo correcto, alguien debe traer luz a la oscuridad, alguien debe abrirle los ojos a la opinión pública. Queremos que se conozcan los peligros de la Cienciología. Queremos que se sepa de la explotación infantil en sus gulags. Queremos que se conozcan los intentos de la Cienciología de infiltrarse en el gobierno de Estados Unidos".

Y entonces, lo que hasta ahí fue (y es) un fenómeno de aquellos conocidos como "inteligencia colectiva" o "inteligencia emergente", el 2 de febrero de 2008 cobró cuerpo y salió a la calle: siguiendo un código de conducta de 22 reglas detalladas en el video de Youtube, Code of Conduct ( http://fon.gs/anonymous2 ) como "no violencia", "permanecer en propiedad pública", "no armas", "no vandalismo", 150 personas se juntaron de la nada y protestaron frente a la Iglesia de la Cienciología en Orlando, Florida, Estados Unidos. Ocho días después, siete mil personas hicieron lo mismo en otras cien ciudades en todo el planeta. Con el sello visual y dramático que los distingue: la máscara de Guy Fawkes, aquel recordado católico inglés que en el siglo XVI intentó sin éxito hacer volar el Parlamento con explosivos y luego inmortalizado en la película anarcofuturista V de Vendetta, basada en el cómic de Alan Moore.

La confrontación es sobre todo un choque entre dos poderes: el poder informático de Anonymous y el poder económico de la Iglesia de la Cienciología (proveniente del dinero que los feligreses deben aportar en el camino ascendente de su "crecimiento espiritual").

Obviamente, los cienciólogos respondieron. En Youtube expusieron los nombres y apellidos de algunos de los miembros de Anonymous, y también se los ridiculiza. Pero sobre todo, los cienciólogos se victimizan. "Anonymous es un grupo de ciberterroristas que se esconden tras máscaras y anonimato informático –salieron a decir–. Anonymous está cometiendo crímenes de odio por ninguna otra razón que intolerancia religiosa. Sus supuestos propósitos altruistas no son diferentes que los que se oyen de cualquier grupo terrorista. No somos los primeros que han sido su objetivo. Anonymous ha proclamado públicamente que sus guías de instrucciones son El Manifesto Comunista y Mein Kampf de Adolf Hitler".

La cruzada (o la "Segunda Guerra de Internet") ya engendró sus personajes. Como Angry Gay Pope: de estilo gritón, descarado y acusador, fue banneado de Youtube. Es muy polémico por sus métodos y acciones, lo que hizo que dejara de ser precisamente anónimo. O el inglés Stuart Wyatt: ex cienciólogo; sufre esclerosis múltiple, se mueve en un scooter porque no puede caminar solo. No está activo en la actualidad. Y el periodista Mark Wise Beard Man Bunker quien ganó un Emmy por su trabajo de investigación sobre esta Iglesia. Nunca fue un Anonymous pero fue él quien encarriló de alguna manera al movimiento, que nació caótico, con hackers volteando sitios y haciendo llamadas amenazantes.

A las decenas de protestas globales ahora se le deberá agregar un nuevo capítulo: el argentino. Porque así como la Cienciología llegó al país detrás de la Asociación Argentina de Comunicación y Cultura (www.scientology-bue.com.ar) y fue reconocida recién en diciembre del año pasado como religión, también desembarcó Anonymous.

Ni mil ni cien ni diez: por ahora, que se sepa, son tan sólo cinco. Los suficientes como para organizar una protesta contra la sede local de la Iglesia liderada por David Miscavige, ahora desaparecido.

Fue el sábado 14 de marzo exactamente a las tres de la tarde en Ayacucho 1050. Ni el kiosquero ni la verdulera de enfrente los vieron venir: cuatro enmascarados (Petete, Kaleb, Hombre sonriente y Anónimo) y una chica a cara descubierta (Lizzy), que doblaron por la esquina para caminar cincuenta metros y comenzar a repartir panfletos. Era un acto de protesta distinto a todo escrache antes visto. No sólo por su número reducido –que aun así produciría bastantes ajetreos–, sino por su ribete escénico: las máscaras de Guy Fawkes, los stencils, las fotos para subir a los foros, que antecedieron a la salida casi intempestiva del presidente de esta iglesia, Gustavo Libardi, quien se abrió camino entre tanto cartel en la entrada que tentaba: "Para mejorar las relaciones familiares", "La respuesta a las drogas", "Respeto hacia sí mismo y hacia los demás".

"¡Salgan de acá! Están en propiedad privada", arremetió primero nervioso para calmarse luego al ver que una cámara se encendía y una cronista le acercaba un micrófono. "Lo único que nos interesa es ayudar a la gente. No tenemos otras motivaciones. Quizás haya imágenes prejuiciosas ante las religiones –afirmó viendo a lo lejos a dos policías que anteriormente había llamado–. Repartimos libros en la calle sobre la verdad de la droga. Y demostramos lo que hace el abuso psiquiátrico sobre las personas. No estamos en contra de la psiquiatría. Tenemos pruebas contundentes de que los psicofármacos dañan. El diagnóstico psiquiátrico habla de cosas que no existen. Hay un gran fraude. La psiquiatría nunca pudo probar el desequilibrio químico".

Y así como l legaron, los cinco miembros de Anonymous Argentina se fueron.

No aparecieron en los diarios, ni los llamó la televisión, por este escrache a la Iglesia de la Cienciología en el aniversario del nacimiento de su fundador, L. Ron Hubbard, quien hubiera cumplido 98 años. De hecho, casi nadie sabe que existen o lo que hicieron. Sin embargo, ellos –que recién se conocen cara a cara entre sí– están contentos. Ahora, con la protesta atrás –fotografiada, grabada, registrada– reflexionan. Se miran y festejan en su idioma privado: "¡Epic win!", "¡Epic win!".

Entre felicitaciones, abrazos y palmadas en el hombro, los Anonymous recuerdan que no son los primeros. "Somos más bien algo así como una segunda ola –advierte quien se hace llamar Petete mientras se da vuelta una y otra vez para cerciorarse de que nadie lo escucha ni sigue–. A los meses de comenzado el tema Anonymous, el año pasado en Estados Unidos, descubrí que había un usuario llamado Zambanon acá en la Argentina que había intentado hacer una protesta. No sabemos cómo terminó: si fue él solo o si salió mal. Intenté ubicarlo y no tuve éxito. Hace un mes me metí en un foro de Why we protest y para mi sorpresa vi que había alguien de Argentina, Lizzy. Con ella armamos esto".

"Nos escribimos con otros Anonymous del mundo –asiente–. No saben dónde queda Argentina pero sí creen cuando les decimos que estamos acá y que lo hicimos: porque Anonymous también es como un cáncer que se desparrama", dice Hombre sonriente.

"Hicimos esto para que los vecinos sepan al lado de quiénes viven –sigue el verborrágico y adrenalínico Petete–. La mayoría de las personas cree que es una religión cool, de las estrellas de Hollywood. Todos, aunque tengan millones de dólares, tienen necesidades afectivas. La Cienciología pega por eso: capta a la gente ofreciéndoles soluciones. Primero los reclutan con test de personalidad gratuitos. Les hacen 200 preguntas, identifican sus puntos débiles para después decirles que están enfermos, o en problemas o con ganas de matarse. Te asustan y cuando te das cuenta ya estás adentro".

"¡Y no es más que ciencia ficción berreta!", retruca Anónimo, antes de mirar la hora y comprobar que el vaso XL de Coca-Cola comienza a secarse. "Bueno, che, me voy. ¡Nos vemos en Youtube!".

3 comentarios:

  1. Para eso la puse, para vos y para el mundo :P

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  2. la verdad que me sirvio para ponerme al dia recien estoy conociendo mas profundamente la lucha hace casi un año que vengo viendo cosas de anon pero sin hacer nada solo de espectador pero ver que aca hay las mismas pilas me hace pansar

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