El pasado 21 de Abril, por iniciativa de la Oficina del Fiscal de Transporte de Surgut (Siberia), los materiales "religiosos" del fundador de la Iglesia de Scientology, L. Ron Hubbard, fueron declarados extremistas y prohibidos en Rusia, según declaró la Oficina del Fiscal General.
De acuerdo con la legislación, dichas escrituras serán incluidas en la lista federal de materiales extremistas Rusa.
La Oficina del Fiscal de Transporte de Surgut y la Aduana de Khanty-Mansiysk realizaron una investigación que los condujo a descubrir que desde Estados Unidos se estaban haciendo varios envíos internacionales a Surgut con literatura, y discos de audio y video de Scientology (de L. Ron Hubbard).
Los materiales fueron confiscados y enviados al consejo de expertos religiosos del gobernador de Khanty-Mansiysk para ser examinados donde expertos en psiquiatría, psicología y sociología concluyeron que debería evitarse que dichos materiales fueran distribuidos "ya que atentan contra las bases de la vida espiritual tradicional de los ciudadanos de la Confederación Rusa".
La Oficina del Fiscal de Transporte de Surgut apeló a la Corte para que reconociera los materiales confiscados como extremistas.
En los resultados obtenidos por los estudios psicolingüísticos realizados por los especialistas se reconoció que los materiales "contienen evidentes y disimulados cuestionamientos que incitan a la discordia social y religiosa, que promueven sentimientos de exclusividad, superioridad o inferioridad de las personas en base a su afiliación social y religiosa y encono hacia las otras religiones, insta a dificultar el trabajo de los entes del estado incluyendo el judicial y las agencias de las fuerzas del orden, y a cometer crímenes motivados por el odio ideológico y religioso".
Esto es lo que sucede cuando países y estados que protegen a sus ciudadanos investigan y actúan seriamente. Viviendo y sufriendo en Argentina, donde el estado es indiferente hacia su ciudadanía y podríamos decir que cómplice con estos grupos al no sólo no investigarlos sino al permitirles dar charlas en NUESTRA Legislatura y escuelas como el Colegio Nacional Buenos Aires (como hacen año tras año con "Jóvenes por los Derechos Humanos", uno de los varios grupos fachada de la Iglesia de Scientology), ver la integridad del sistema Ruso casi parece una película de ciencia ficción.
Anonymous Argentina aplaude a Rusia por tener lo que hay que tener, por hacer lo que se debe hacer, por gobernar para la gente, investigar y prohibir materiales de grupos que atentan contra la democracia detrás sus disfraces humanitarios. ¿Aprenderán algún día nuestros políticos y fiscales inoperantes y corruptos de estos ejemplos, del efecto dominó que está dándose en cada vez más países europeos?
Aparentemente Scientology va a ser prohibida en todo el mundo antes que los políticos Argentinos se pongan los pantalones largos.
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